viernes, 5 de octubre de 2012

 
 
 



LOCURA ESTÉTICA

Marzo de 1960
En esos años nos correspondía asistir a los cirujanos de planta. Tan es así que me correspondió colaborar con el Prof. Aldunate Phillips, Maestro de la Cirugía Plástica de la época, tanto en la Policlínica como en las operaciones. El caso es que un día consulta una señora de cierta edad quien, con mucha soltura y seguridad, afirma que tiene problemas con sus orejas pues es notorio y todo el mundo le señala que son grandes y parecen alas; esto la desazona y piensa que desmejora notablemente su aspecto. Al examinarla, se hace evidente que sus orejas son absolutamente normales por lo que se le indica que no corresponde corrección alguna y que se retire en paz (con ella, con nosotros y con sus orejas). Al correr de una semana, reaparece en la Consulta, esta vez portando una nota de recomendación del Alcalde de su comuna en la que se nos solicita, por favor, atender la solicitud de la paciente. Es rechazada nuevamente explicándole las razones.Si bien se retira algo disgustada, como quince días despues insiste, esta vez con una recomendación de un Diputado de la República el cual no se toma en cuenta pero días más tarde la paciente regresa con una nota del Presidente del Senado en la que dice "ruego a ustedes solucionar el problema de esta señora que a todos nos tiene locos".Frente a esto el Prof. Aldunate decide llevar a sala de operaciones a la tozuda paciente y luego de una suave sedación, practica sendas incisiones superficiales retroauriculares y las sutura, cubriendo luego las heridas con apósitos. Al cabo de algunos minutos, la paciente ya recuperada, se levanta y observa: "no les decía yo...había que operarme las orejas". Al cabo de unos días, vuelve a control para retiro de suturas y, mirándose a un espejo, exclama: "Ahora sí que me veo normal. Y pensar que no querían creerme". Muy satisfecha y dando las gracias, se retiró del Policlínico. Increible, no?.






                                                 



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